Para comer anguila de la Ría de Vigo tendrás que cruzar la frontera. Portugal compra el 95 por ciento de los cerca de 30.000 kilos de anguila que se capturan en la ría cada año con un precio por kilo fijo para toda la campaña que negocian los importadores ya antes de que los marineros salgan a pescar.
Un alivio para el sector, ya que se queja de lo poco que se consume en Galicia y de que parte de lo consumido es de piscifactoría o importada. Una especie delicada a la que afecta absolutamente todo, desde los embalses sin escalas a los rellenos de la costa, y tiene un paro biológico de tres meses (desde el 30 de noviembre al 1 de marzo).
En la ría de Vigo sólo faenan 32 embarcaciones autorizadas con un descanso semanal de 48 horas, aunque las nuevos límites de capturas establecidos por la Unión Europea obligarán a los marineros a reducir jornadas de trabajo o a dedicarse al marisqueo para compensar.