Este proceso de adaptación a los alimentos le mantendrá hospitalizado durante varias semanas más pues, además de los problemas de desnutrición y sus secuelas, Fariñas, cuyo estado sigue siendo “muy grave”, sigue teniendo un trombo el la arteria yugular. El disidente ya no tiene fiebre, aunque sí un intenso dolor en las articulaciones que le hacen muy difícil conciliar el sueño, además presenta dificultades motoras y descoordinación.