Fidel Castro está vivito y coleando. Los mentideros de Miami que aseguraban que el dictador estaba postrado en una silla de ruedas y enclaustrado en su casa han vuelto a equivocarse sobre su estado de salud. Fidel estuvo esta semana en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC) en La Habana, en lo que parece ser su primera salida pública en 4 años. Al comandante no se le había vuelto a ver en público desde 2006, cuando se reconoció que estaba enfermo de tal gravedad que debió de ceder el poder que ejercía desde 1959 a su hermano, Raúl.
Aunque habían aparecido informaciones de que caminaba por las calles cercanas a su casa, que se le había visto en una playa del sur del país e incluso que había asistido a alguna reunión del gobierno, ninguna de ellas fue confirmada y no existen imágenes de dichas salidas. Las que se han visto en estos años son las del líder tumbado en la cama del hospital o sentado en una silla, siempre con el chándal de la Selección Cubana de Béisbol, recibiendo a Chaves, Lula e incluso a un grupo de niños venezolanos que visitaron Cuba el otoño pasado.
Las fotos de Fidel, firmadas por uno de sus cinco hijos, Alex Castro Soto del Valle, han sido publicadas en el órgano oficial Cubatebate, en el que el dictador firma sus artículos. En ellas se le ve vestido con ropa deportiva blanca y departiendo con varios directivos de la institución de pie y sentado, conversando dentro de una oficina y al aire libre. Eso sí, este Fidel poco tiene que ver con el hombre del uniforme que arengaba a las masas en discursos de siete horas: ahora es un anciano, con aspecto enfermizo, pálido y escuálido, de barba rala con mirada fija.
Y es que aunque los viejos rockeros nunca mueren, no se puede decir lo mismo de los dictadores, Fidel cumplirá 84 años el próximo 13 de agosto, no se prodiga, la última foto que se publicó de él fue en febrero con el presidente de Brasil, Lula da Silva, ya que ni la habilidad de su hijo puede disimular su fragilidad, estado que quedó confirmado en unas instantáneas tomadas en su casa hace algo más de 8 meses en las que se le veía sentado en una silla de ruedas despidiendo a un alto dignatario.