El que no lucha por una meta es porque no quiere, o porque no tiene dinero para mega infraestructuras. Qatar quiere ser una firme candidata para acoger el Mundial de 2022 y para ello, además de tener a Batistuta como embajador, proyecta construir estadios faraónicos que costarán cientos de millones de dólares. Todo para convertirse en el primer estado de Oriente Medio en albergar semejante prueba deportiva.
De los 12 estadios necesarios para la competición, 9 serán nuevos construidos con diseños conceptuales por la empresa alemana AS&P. El único requisito: todos tendrán aire acondicionado para poder sobrevivir a unas temperaturas que en junio pueden rondar los 50 grados y garantizar que se podrá jugar siempre a unos 27 grados. De esta forma se quitaría de encima los principales escollos que ya le llevaron a perder la candidatura de los Juegos Olímpicos de 2016 que al final se llevó Brasil.
Los techos de los estadios se cerrarán para mantener la temperatura y se instalarán paneles solares como base energética. El aire saldría de la base de los asientos a unos 18 grados y se dirigirá a tobillos y cuello del espectador. Además, este refrigerador se utilizaría también en los entrenamientos y en todas las instalaciones deportivas del país.
Habrá que esperar a ver qué opina la FIFA. La decisión, en diciembre.