Empezó en marzo de 2009 por problemas económicos y desde entonces ha ‘limpiado’ joyas, relojes, tarjetas de crédito, cheques y dinero en efectivo mientras dormían a pasajeros de al menos 142 vuelos de Air France. La azafata, de 47 años, comenzó a ser investigada cuando cinco pasajeros de un vuelo entre Tokio y París denunciaron el robo de unos 4.000 euros en divisas.
Según recoge el periódico Le Figaro, la mujer perpetraba los robos en vuelos de larga distancia entre Francia y Asia y esperaba a que los pasajeros se durmieran, sobre todo en la clase bussines, para quitarles lo que podía. Un investigador privado descubrió que Lucie tenía piedras preciosas, una alianza de Cartier y un anillo de diamantes, además de llevar un nivel de vida muy superior al de sus ingresos.
La azafata, que ya está imputada por 26 casos que ella misma confesó, se enfrenta ahora a una condena por robos y tentativa de robos agravados.