Lleva los colores del equipo hasta en el nombre. Raúl González Blanco ya es oficialmente ex capitán del Real Madrid tras 16 años en el club y tras marcar una era que hace tiempo que se venía diluyendo con la marea de las nuevas generaciones. En el Palco de Honor del Santiago Bernabeu y respaldado por toda su familia, directiva y por el presidente del club blanco, Florentino Pérez, uno de los “máximos símbolos del madridismo” decía hasta pronto ante medio millar de aficionados.
Emocionado, entre lágrimas y una larga ovación, Raúl sacó la chuleta para no olvidarse de nada ni de nadie. Una dura despedida que comenzó afirmando amar el fútbol sobre todas las cosas y que “ser futbolista del Real Madrid es el mayor sueño que puedo imaginar. Me siento jugador y quiero seguir sintiéndolo durante el tiempo que el cuerpo me lo permita”.
Dando gracias a todos, desde presidentes a trabajadores del club o rivales y prensa, “con los que compartí las victorias y las derrotas”, aseguró que se trata de una decisión muy meditada y que su futuro pasa por las ligas inglesas o alemana, aunque los últimos rumores hablan ya de su paso por la Bundesliga tras su fichaje por el Schalke 04. “Hoy empieza el primer día de mi nuevo tiempo, donde intentaré algo tan difícil como ser tan feliz como lo he sido aquí“, recordaba el ‘7’.
“Quiero que todos sepan que en cada jugada, en cada regate, carrera, desmarque, tiro y en cada gesto en el terreno de juego he intentado entregar lo mejor de mí. En mi cabeza nunca ha existido la palabra rendición, porque eso es el Real Madrid”, explicaba emocionado antes de recordar al presidente de Honor del club blanco, Di Stéfano, ingresado por problemas de salud.
Adiós a una institución. El hombre récord, con 740 partidos jugados, el que más veces ha vestido la camiseta blanca, el capitán de las 7 ligas, el máximo goleador de una Selección de la que ya no formaba parte. Adiós, capitán.