ELÍSABET REY/JOAQUÍN COELLO/ Para todos los gustos. Así es la música del mítico grupo de heavy metal Motörhead, que llenó el pabellón de As Travesas con una música más tranquila en la que han derivado sus discos en los últimos tiempos. Será cosa de la edad. Sin descanso, el power trío arracó con casi 20 minutos de retraso y toques de guitarra tras un ‘Buenas noches’ de Lemmy Kilmister. Toques melódicos para un concierto de dos horas para estas viejas glorias que pidieron desde poder fumar en el escenario y unas botellas de Jack Daniels para ir calentando la voz hasta un par de botellas de oxígeno y huevos Kinder.
Se metieron al público en el bolsillo, los divirtieron, aunque no se puede decir que improvisaran demasiado. Arrancaron con ‘Iron Fist’ y ‘Stay Clean’ y terminaron con ‘Killed By Death’ y ‘Born To Raise Hell’. Para los bises se reservaron dos títulos míticos, dos himnos heavys en toda regla: ‘Ace Of Spades’ y ‘Overkill’. Han dejado claro que los viejos músicos nunca mueren.