El incendio que desde la noche del sábado asola los montes de Boiro comienza a estar controlado, a pesar de la mano del hombre. Las autoridades han denunciado que mientras los servicios de emergencia trabajaban en la extinción del fuego aparecía un nuevo foco a sus espaldas, poniendo en peligro a los trabajadores y a los vecinos de la zona, ya que las llamas llegaron a menos de 100 metros de las viviendas.
El viento junto a un verano seco y la falta de limpieza del bosque han sido las razones por las que se ha propagado tan rápido el incendio forestal, que ya ha calcinado 140 hectáreas y en el que bomberos, brigadas y elementos aéreos aún están trabajando.