Mientras Montserrat Labrada era enterrada acompañada de familiares y amigos en Pol, de donde eran originarios, la coartada de su presunto asesino se desmoronaba y acababa confesando. Juan Carlos Pernas Díaz estaba en trámites de separación de su pareja, con la que tenía dos hijos de 9 y 11 años que han quedado en manos de los Servicios Sociales de la Xunta.
Tras varios interrogatorios, el ahora detenido aseguró que tras una fuerte discusión en el domicilio que compartían en Lugo atacó a Montserrat con un machete. Pernas está a la espera de pasar a disposición judicial probablemente el próximo lunes.