La misma noche en que los dos guardia civiles españoles morían en la base de Afganistán a manos de un infiltrado talibán, sus compañeros estadounidenses decidieron llevar a cabo un homenaje que hasta el momento nunca nadie había hecho: pidieron un permiso especial en la base internacional de Mazar e Sharif para arriar la bandera americana e izar la española en su lugar.
Según publican nuestros compañeros de El Confidencial Digital, no hubo ni cornetas ni himnos, fue un acto espontáneo que acabó con una pequeña oración en honor de los fallecidos y que acabó con militares de varias nacionalidades unidos.