Un segundo túnel. Esa es la alternativa que han puesto en marcha esta noche las autoridades chilenas para llegar hasta los 33 mineros que llevan un mes enterrados en la Mina San José, a 630 metros de profundidad. El mismo, irá paralelo al que ya se ha iniciado y que está a 67 metros, lo llevará a cabo una tuneladora de perforación petrolífera perteneciente a la compañía nacional ENAP.
Ayer los familiares pudieron hablar con los encerrados que, además de técnicos nacionales, están asistidos por personal de la NASA que han instalado una iluminación que permite a los sepultados tener una noche y día propios, lo cual consideran que ayudará a mantener su equilibrio moral.
Si se cumplen los plazos, los dos túneles podrían estar terminados a finales del mes que viene o principios de noviembre, aunque luego habría que estudiar la manera de sacar a los trabajadores, bien en grupo o uno por uno para evitar riesgos. Las máquinas, que trabajan con la máxima precaución, se han encontrado varios problemas, los más graves la existencia de fallas geológicas en la zona, lo que las ha obligado a parar en varias ocasiones para evitar que puedan producirse desprendimientos dentro de la mina.