El primer ministro italiano destapó el tarro de las esencias ante los jóvenes de su partido, Pueblo de la Libertad (PDL) al aconsejarles que se casen con un millonario y que no lean los periódicos. Entre algunas frases en las que habló de su labor de gobierno, empezando por su decisión de agotar la legislatura, pese a haber perdido el respaldo de Gianfranco Finni, contestó varias preguntas de sus entusiasmados partidarios. A una chica que le preguntó sobre el paro, Berlusconi le aconsejó que no piense sólo en conseguir un contrato fijo y que piense en montar algo, “como hice yo”.
También la invitó a trabajar en el extranjero y no reducir sus miras a Italia, “ahí está Berlín o Nueva York”, añadió. Siguiendo con el mismo tema, aseguró que buscarse un novio rico tampoco era una mala opción y repitió que tiene una cola de mujeres a la puerta de su casa que quieren casar se con él, “sé que van a criticarme, pero tengo que decirlo: Hacen cola para casarse conmigo, pues soy simpático, tengo dinero y la leyenda dice que no lo hago mal, además piensan que soy viejo y que por tanto heredarán pronto“, concluyó riéndose.