Lo que hizo que la policía local se fijara en él es que no llevaba casco, a pesar de que el acompañante sí. Cuando le dieron el alto en la calle Estornino, el joven se dio a la fuga conduciendo de forma temeraria por distintas calles en dirección a la estación de autobuses, circulando en dirección contraria al llegar a Gregorio Espino y siguiendo a gran velocidad por la calle Miradas.
Sin embargo, en un giro brusco perdió el control del vehículo, se subió a la acera y chocó contra un panel publicitario. De ahí, ambos menores al suelo. Aún así intentaron zafarse de los agentes escapando a pie hacia el Camiño Papuxa para intentar esconderse en unas obras. No tuvieron suerte y, al identificarlos, se encontraron con que la moto había sido robada y que tenía el puente hecho y una llave simulada en el contacto.
El conductor, un chico, tampoco tenía permiso de conducción por lo que fue llevado junto a la chica a la Comisaría para abrir diligencias y poner bajo tutela paterna.