Excluidos por zona. Así se han quedado centenares de niños vigueses este año tras una reordenación del territorio por parte de la Xunta que hace que a muchos niños no les pertenezca el colegio al que llevan yendo desde hace años. No tendría mayor relevancia si eso no significara que, al estar fuera de la zona marcada, no tienen derecho ni a la beca de comedor ni a la de transporte ni a la de libros.
La nueva ley, aprobada a mediados de las vacaciones estivales de los pequeños, ha cogido a la mayoría de los padres por sorpresa, con los pequeños ya matriculados y con una plaza de comedor que si se cambia de centro a lo mejor no consigue por tener el cupo lleno. Sólo en el colegio público Chouzo 51 se han quedado sin poder pedir subvenciones. Y padres que pasan de pagar 10 a 60 euros por niño sólo por el comedor. Por eso los afectados han redactado una carta que enviarán a la Consellería de Educación acompañada de firmas que están recogiendo para que “aunque luego no hagan nada, por lo menos que vean que no estamos conformes con lo que han hecho”.
Una de las quejas principales es la falta de información con la que se han encontrado los padres. “Mi hijo lleva dos años en el centro disfrutando de la ayuda porque nos correspondía por distrito. Ahora nos quedamos fuera por un portal. Con un hijo sólo a lo mejor no te lo planteas, pero cuando mi otro niño comience el colegio el año que viene por 120 euros les doy de comer a los dos en casa”, explica María, una de las madres afectadas. E indignada, porque sin previo aviso ella se queda fuera viviendo a 200 metros del colegio, que ahora pasa a pertenecer a niños que viven desde Balaídos a Matamá.