Dos errores humanos costaron la vida a 1.517 pasajeros del Titanic la madrugada del 15 de abril de 1912. El buque, que se fue a pique en su viaje inaugural ,podría haber seguido navegando si su timonel, Robert Hitchis, que había servido antes en barcos a vela, no hubiese girado el timón en el sentido contrario al que le indicó Charles Lightoller, segundo oficial del transatlántico, cuando le avisaron de la presencia del gran iceberg que cortó el costado de estribor del paquebote.
Esta explicación de lo que puedo pasar aquella madrugada de hace 98 años la ha dado Louis Patten, nieta de Lightoller, quien en su novela “Good as Gold”, confiesa que su abuelo nunca habló de dicho error en los interrogatorios de las investigaciones que se realizaron sobre el hundimiento en los Estados Unidos e Inglaterra. El fallo cometido por Hitchis era normal entre quienes habían servido en buques a vela en los que el timón se giraba a estribor cuando se quería que el barco fuese a babor y viceversa, mientras que con el sistema de navegación del Titanic, el lugar hacia el que se giraba aquel era aquel hacia el que se quería dirigir el buque.
Ello supuso que cuando el primer oficial , Willian Murdoch, vio el iceberg y ordenó “¡todo a estribor!“ y la orden que fue pasada por Ligtholler al timonel, éste viró a la derecha y no a la izquierda como debería haber hecho. Aunque el despiste fue subsanado casi inmediatamente, el mismo fue determinante para que el Titanic no pudiese evitar la colisión lateral con el hielo cortó unos 100 de su costado, haciendo que el agua entrase en cinco compartimentos estancos y sentenciando al transatlántico.
El fallo del timonel se unió a la orden dada por Bruce Ismay, presidente de la White Star Line, dueña del Titanic, que convenció al capitán Smith para que el buque siguiese navegando en lugar de detenerse. Ello aumentó la fuerza con la que el agua entraba en el casco, acelerando el hundimiento que se produjo 2 horas y 40 minutos después de la colisión cuando, de haber parado el barco, hubiese dado tiempo al Carpathia y al Californian a llegar hasta el lugar del accidente y salvar a los 2.275 pasajeros y tripulantes y no sólo a los 705 que se libraron de morir ahogados o a causa de la hipotermia.