Cerca de 700 personas, según las primeras estimaciones, han convertido el centro de Barcelona en una auténtica batalla campal aprovechando la jornada de paro convocada para hoy para seguir con una reivindicación que comenzó el pasado viernes en la sede de Banesto en la Plaça Catalunya. Camuflados entre la gente que iba a las manifestaciones de los sindicatos minoritarios y entre los piquetes, varios encapuchados han roto escaparates, pintado fachadas, hecho barricadas con mobiliario urbano y hasta quemado un coche patrulla de la Guardia Urbana.
A partir de ahí, cargas policiales, persecuciones, desalojos y barricadas contra las que incluso tuvieron que chocar a propósito dos furgones policiales. En total, 8 detenidos por los hechos.