Una patrulla se trasladó al citado local y sorprendió al individuo que salía corriendo del mismo hacia la Praza de Portugal siendo interceptado en la confluencia de las calles Rogelio Abalde y República Argentina.
Una vez esposado, los agentes avisaron al dueño del negocio que, una vez en el lugar constató que no faltaba nada y que los únicos daños sufridos eran los de la puerta de acceso.