Eso de que Bin Laden está escondido al fondo de una cueva, como si fuese Alí Babá, es un camelo. Al menos eso asegura, eso sí desde el anonimato, un alto mando militar de la OTAN. El jefe de Al Qaeda, que tiene una fortuna personal que supera los 100 millones de euros, dispondría de una casa “confortable” en la región de Chitral, al noreste de Pakistán, muy cerca de su mano derecha Ayman al Zawahiri, que tendría su escondite en la misma ‘urbanización’.
El mismo mando militar, en declaraciones hechas a la CNN, indicó que el terrorista, del que el Ejército de los Estados Unidos asegura no tener constancia de su paradero, estaría protegido por centenares de hombres de hombres, de los habitantes de la región y de miembros del servicio secreto pakistaní. La morada de Bin Laden se situaría en la frontera con China, en una de las partes más escarpadas de Pakstán y habría llegado allí después de sobrevivir a los bombardeos norteamericanos de Bora Bora, y tendría como vecino, desde hace meses, al también buscadísimo mulá Omar, jefe de los talibanes afganos.
Los responsables de las fuerzas armadas de los Estados Unidos han desmentido que tengan una sola pista sobre el paradero de Bin Laden o de su lugarteniente y han declarado que no hay semana en que alguien no salga en la prensa diciendo que sabe dónde está el hombre más buscado del mundo y por cuya captura se ofrece una recompensa de 50 millones de dólares.
Pese a todo, el alto mando militar, sin desvelar cómo habría llegado a conocer este dato, aseguró a los periodistas de la CNN que, por su cargo, tiene acceso a “la información más sensible que maneja la Alianza Atlántica”.