Falta que se firme, pero el Gobierno italiano y autoridades locales han llegado a un principio de acuerdo para suspender por tiempo indefinido la apertura del nuevo vertedero que se iba a colocar en Terzigno, el mayor de Europa. Además, se interrumpirá la actividad del actual vertedero durante tres días para realizar pruebas ambientales y sanitarias, descargando la basura que se ha acumulado durante estos días en unas instalaciones cercanas.
Sin embargo, a pesar de este principio de acuerdo que podría poner fin a la crisis de la basura en Nápoles, las protestas y los altercados en las calles de la provincia continúan. Los últimos, un enfrentamiento entre manifestantes y Policía en las inmediaciones del vertedero con lanzamiento de piedras y botellas durante más de tres horas.
La firma del acuerdo está supeditada al cese inmediato de las protestas, a pesar de que hoy está prevista una nueva manifestación. La Comisión Europea ya advirtió a las autoridades italianas de que se podría denunciar a la Italia de Berlusconi ante la UE, como ya ocurrió hace tres años.