Según ha denunciado el Comité Internacional contra la lapidación, Sakineh Mohammadi Ashtiani, de 43 años, la mujer iraní acusada de adulterio y de complicidad en el asesinato de su marido, podría ser ejecutada mañana. La organización humanitaria asegura en una nota de prensa que las autoridades han comunicado a la prisión donde se encuentra que mañana se ejecutará la pena.
El comité de investigación designado por el tribunal, continúa la nota, habría concluido la investigación del caso y “de acuerdo con las vigentes pruebas, su culpabilidad ha sido confirmada”.
A finales de septiembre, tras las presiones internacionales, el gobierno iraní aseguró que Sakineh, madre de dos niños, sería ahorcada acusada de mantener relaciones sexuales con otros hombres estando casada y de haber participado en el asesinato de su marido. De acuerdo con el código penal de Irán, el adulterio es un crimen “contra Dios“ y prevé como castigo 100 latigazos para los hombres y mujeres que no han contraído matrimonio, y la lapidación para quienes estén casados.
Para probarlo basta la confesión del acusado o el testimonio de cuatro hombres o tres hombres y dos mujeres.