No se sabe si será por su origen lucense, o porque a punto de cumplir 88 años ya está de vuelta de todo, pero el ex presidente Fraga no dudé en definirse ayer, antes de recibir el Premio Otero Pedrayo como “súper gallego”. Luego, durante el acto, al que llegó en silla de ruedas, defendió la compatibilidad de ser gallego y ser español e invitó a los presentes, entre ellos en presidente Feijóo y su predecesor en la Xunta, Xerardo Fernández Albor, a trabajar por España “cada uno desde su raíz”.
Fraga, que recibió este galardón, por el que se mostró “muy agradecido y satisfecho” por la “riqueza de su aportación cultural” a Galicia, cree que le ha sido concedido sobre todo porque, a su juicio, a los ciudadanos les ha “sorprendido” que hiciera una política “muy gallega“. “Se esperaba otra cosa de mí“, bromeó.