Tras celebrar una misa, de casi dos horas, ante 6.000 personas en la que el Papa pidió a Europa que se abra a la fraternidad, Benedicto XVI ha dejado Galicia rumbo a Cataluña donde bendecirá la Sagrada Familia.
La ceremonia, que tuvo que ser seguida por miles de personas en las pantallas gigantes de televisión instaladas en las cercanías del Obradoiro, superó en 20 minutos el horario previsto y, como se había anunciado, Benedicto XVI, recibió en audiencia al líder de la oposición, Mariano Rajoy, antes de salir para el aeropuerto, esta vez en un coche cubierto, no en el papamóvil.
En Lavacolla le esperaban para despedirlo, los cuatro obispos gallegos, el arzobispo de Santiago, el presidente de la Xunta, el ministro de Fomento y los príncipes de Asturias, quienes han acompañado al Santo Padre hasta la misma escalerilla del avión de Iberia que lo ha trasladado a Barcelona.
La estancia de Benedicto XVI en Compostela ha sido seguida por numerosos medios de comunicación internacionales, entre ellos la cadena ‘CNN’ , la edición digital del ‘Washington Post’ el también digital ‘Le Journal de Montreal‘, el ‘Sunday Morning Herarld’, australiano, la BBC, el digital ‘Le Parisiène’ y los medios digitales italianos Il Corriere della Sera, La Stampa, La Repubblica, Avvenire y Il Messaggero.