Y luego demandará a los propietarios, a los que el delegado de Urbanismo acusó de dar “un gran pelotazo”, que paguen los gastos de la misma. José Mariño informó que el Concello podría empezar el derribo en febrero y que, por ello, no dilatará más los trámites judiciales presentando un recurso de súplica.
Mariño ha asegurado que los planes de derribo estarán acabados por la Xerencia de Urbanismo en 15 días y que el proyecto de la obra será remitido, entonces al juzgado. Los habitantes del inmueble estarán desalojados el 29 de enero próximo después de que se corte la luz, el gas, el suministro de agua y se precinte, definitivamente el edificio.
El delegado de Urbanismo señaló que se trata de una medida ejemplar, recordó que el el inmueble sólo tenía licencia de hotel y “pese a ello se transformó en un edificio residencial” y recalcó que “este gobierno acatará todas las resoluciones judiciales“.