Eso se desprende de las palabras del presidente del Gobierno, quien ha indicado en Seul, donde está en la reunión del G-20, que la postura española “es la más paropiada, para la solución del conflicto y para los intereses de España”.José Luis Rodríguez Zapatero, quien ha indicado que la relación con Marruecos es “un asunto de estado”, sólo ha llegado a decir que tiene una “profunda preocupación” por los sucesos que están ocurriendo en El Aaiún y ha apostado por el diálogo entre Marruecos y el Frente Polisario para la solución del conflicto.
Zapatero rechazó, también, que la postura de su gobierno deba ser más firme, ha recordado que Rabat ha abierto una investigación para esclarecer los hechos y ha calificado de “contradictorias” las noticias que llegan desde la antigua colonia española. No se sabe si este calificativo es aplicable a la unanimidad de las informaciones, difundidas por medios de varios países, en las que se habla de masacre y de miles de desapariciones, a las que están proporcionando varias ONG, otros gobiernos o a la agresión y trato degradante que se está dando a periodistas españoles en la zona, entre ellos los corresponsales de la Cadena Ser, dirigidos por Angels Barceló que, tras ser acusados de atentar contra la seguridad de Marruecos y entrar en el país sin visado, pese a haberlo hecho legalmente desde Mauritania, han sido, primero detenidos y, después expulsados de allí, hoy.
