Ni oriundos ni turistas. En Kuwait no podrá inmortalizar imágenes nadie, a no ser que las dibuje o tiren de cámara compacta. Tres ministros del Gobierno han decidido prohibir el uso de cámaras réflex en las calles, centros comerciales y lugares públicos del país, aunque aún no ha quedado claro si también se incluirán en la medida las que tengan cualquier sistema de ópticas intercambiables o si el baremo vendrá dictado por el tamaño de la cámara.
Según informa Kuwait Times, la razón es el miedo a un atentado terrorista. Pero la contradicción viene porque no sólo se prohíbe porque pueda colocarse un explosivo dentro, sino porque con ellas se pueden tomar imágenes de lugares estratégicos para futuros atentados y los fotógrafos ya ha apuntado que hoy en día también se pueden hacer fotos de gran calidad con los teléfonos móviles.
De momento, y con Reino Unido como ejemplo a seguir, donde se ha animado a los ciudadanos a denunciar a cualquiera que esté fotografiando lugares sospechosos, los únicos que se salvan son los fotógrafos de prensa, que quedan al margen del singular decreto. No vaya a ser que los políticos no puedan salir en los medios.