El lunes firmarán la escritura de constitución de la nueva caja y el martes la inscribirán en el Registro Mercantil de A Coruña con el fin de que pueda empezar a operar el 1 de diciembre. Los responsables de Caixa Galicia y Caixanova cerrarán, así, la fusión y ambas cajas pasarán a ser legalmente una, dirigida por el actual director general de Caixanova, José Luis Pego, que tendrá como adjunto a Javier García de Paredes y co presidida por Julio Fernández Gayoso, que ejercerá el puesto de presidente hasta junio de 2012, y el lucense Mauro Varela, que lo hará hasta diciembre de 2013, cuando finalicen los tres años del período de integración.
En este momento, sin embargo, están aún sin cerrar varios temas de importancia: la homogenización de los sistemas de ambas entidades, como el informático, la presentación de un ERE que significará la salida de la nueva entidad de 1.200 empleados, la mayoría de los cuales optará por una prejubilación con una indemnización y el 85% de las percepciones actuales; la aprobación del nombre comercial, que podría ser ‘Caixa Atlántica’ o ‘Caixa do Atlántico’, aunque se barajan otros como ‘Nova Caixa de Galicia’ , ‘Caixanova de Galicia’ y, especialmente, la desinversión de 12.000 millones de euros (dos billones de las desaparecidas pesetas).
Ambas entidades de han desprendido este año de acciones en empresas como R (Caixanova ha vendido la mitad de la participación que tenía en la compañía), Galp (Caixa Galicia firmó la venta se sus acciones a principios de año) o Reganosa, en la que las cajas planean dejar el 15% que controlan, aunque, curiosamente, sí aumentarán su participación en Sacyr, Elcano y Copo, donde Caixanova ha aumentado su presencia en el accionariado hasta el 12 y el 21%, respectivamente.