El Real Madrid de Ronaldo y Mou se ha quedado de hielo, y no precisamente por el frío: los de Guardiola le endosaron una manita a los blancos en el Camp Nou en el que en teoría era el clásico más igualado de los últimos tiempos. Los azulgranas dominaron el encuentro desde el primer momento, con un gol de Xavi en el minuto 9 que dejaba claras las intenciones del Barça. Y ante 90.000 aficionados y más de 400 millones de telespectadores.
Mazazo para la máquina de matar de Mouriño con un Barcelona que salió a jugar mientras su contrincante salía a aguantar y pasarle el balón a Ronaldo en busca del gol de las individualidades. Diez minutos después del gol de Xavi llegaba el de Pedro, que batió a Casillas. Luego llegarían las discusiones entre Ronaldo y Guardiola por la banda y un polémico penalti que Iturralde no pitó y el ansiado descanso para un Real Madrid que necesitaba coger aire para intentar darle la vuelta al marcador.
Villa puso la puntilla a la noche con dos goles en la segunda parte gracias a las asistencias de Messi, aunque el remate final lo daría Jeffren ya en el tiempo de descuento. Al final el clásico más esperado se convirtió en una lluvia de goles que han dejado la portería de Casillas con demasiados agujeros.