La advertencia la ha hecho el jefe de la inteligencia de Seúl, quien, según publican varios diarios digitales de los Estados Unidos, relacionó el bombardeo de hace una semana, en el que murieron cuatro personas, con luchas internas en el gobierno de Pyongyang dada la frágil salud de su líder, quien hace unas semanas designó a su hijo como sucesor.
“La agresión del día 23 a nuestro territorio estuvo causada por intensas discrepancias en la sucesión hereditaria en el poder y por el fracaso de la política económica”, declaró Won Sei Hoon. durante una sesión restringida del Parlamento surcoreano.
Ante esta posibilidad, el Ejército de Corea del Sur está en estado de máxima alerta, se han suspendido los permisos, redoblado el movimiento de tropas en la frontera y puesto a la Armada en situación de preguerra.