Han retrocedido más de 35 metros en la última década y los expertos ya hablan del peligro de la crecida de los mares, sobre todo en las zonas de Rosario, La Plata o Puerto Madero. El efecto invernadero ha tocado de pleno a Argentina, a pesar de ser uno de los países de América Latina que menos gases contaminantes emite: sus glaciares se derriten. Al menos es lo que se desprende de un exhaustivo estudio de 56 páginas presentado en la Cumbre del Cambio Climático de Cancún y en el que fotos del glaciar Ameghino demuestran que desde 1931 ha perdido más de 3 kilómetros de hielo.

La crecida del deshielo podría provocar, según los expertos, un aumento de entre 50 centímetros y 4 metros hasta finales de este siglo, provocando inundaciones en las zonas más extremas.

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