JOSÉ MANUEL PENA/ Desgraciadamente la violencia de género aumenta en todo el mundo y España no podía quedar al margen. Las administraciones públicas, organismos, entidades y asociaciones de todo tipo están contra esta clara violación de los Derechos Humanos y a pesar de ello aún hay quien piensa que la represión del varón genera más violencia machista. Pero, ¿quién reprime a quién? La Constitución establece que “los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de sexo…”.
A los maltratadores y asesinos de mujeres habría que arrinconarlos, señalarlos y avergonzarlos socialmente, por parte de todos los familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo y ciudadanos en general. No pueden ser considerados como machotes y héroes, algo similar a lo que fueron los narcotraficantes en Galicia y los miembros de ETA en Euskadi, en épocas pasadas, y que aún muchos recordamos con tristeza. Hay que aplicarles todo el peso de la Ley y al mismo tiempo repudiarlos socialmente para que se sientan realmente culpables y que no lo sigan siendo sus propias víctimas, como muchos de ellos se creen.
Por otra parte señalar que hay expertos que consideran que los suicidios aumentan cuando se difunden públicamente de ahí que existe, desde hace tiempo, un pacto tácito y de silencio entre los diferentes medios de comunicación para no ayudar a generar más muertes voluntarias. Pues algo similar debería ocurrir con los casos de violencia machista y evitar así también que algunos medios hagan tratamientos tan mediáticos y frívolos como se pueden ver frecuentemente.