Obama no podrá cumplir la promesa que hizo de cerrar la cárcel en poco tiempo. El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, ha reconocido que “”no se va a cerrar el próximo mes. Llevará un tiempo“, y reconoció que ello dependerá de la disposición que tengan los republicanos, que detentarán la mayoría en ambas cámaras legislativas a llegar a un acuerdo con la Administración.
Además, existen “problemas legales” para ’transmitir’ los casos de los presos de Guantánamo a la jurisdicción civil en vez de a la militar, “algunos serán juzgados en tribunales federales, como ha ocurrido en el pasado. Otros serán juzgados por comisiones militares, y probablemente pasen el resto de sus vidas en una prisión de máxima seguridad de la que nadie, incluidos los terroristas, ha podido escapar“.
Gibbs hizo referencia a un tercer grupo de presos que “deberán permanecer detenidos indefinidamente a causa de su peligrosidad“, y cuyo futuro dependerá de un acuerdo sobre a qué procedimiento se someterán, aunque descartó que se les deje en libertad para que puedan volver a sus actividades terroristas.