Año Nuevo, humo fuera. Hoy entra en vigor la nueva ley del tabaco, con la que se prohíbe fumar en espacios públicos cerrados y algunos al aire libre, como en parques infantiles, colegios, hospitales y sus alrededores. Ahora para dar una calada a un cigarro los espacios son mínimos: en casa o en la calle, mirando bien que no haya nada en las cercanías. Esto, junto con las cárceles, centros psiquiátricos y de discapacitados, residencias de mayores, terrazas y clubes de fumadores son los únicos lugares que permanecerán abiertos al humo.
La norma, impulsada por Trinidad Jiménez y aprobada el pasado 21 de septiembre, establece como espacio público los transportes públicos y las terrazas con un máximo de dos paredes. En lugar de habilitar espacios para no fumadores, lo que habilita son lugares donde los fumadores pueden echar un pitillo, como las habitaciones de los hoteles en las que así se decida, aunque con un máximo de un 30% del total y en zonas apartadas, separadas del resto, señalizadas con carteles y a las que nos trabajadores no podrán acceder mientras haya un cliente dentro.
También se ha dado cancha libre para fumar al aire en las universidades y centro de formación de adultos y en los clubes privados de fumadores, que deberán constituirse como tal y prohibir la entrada a menores. Y para que se cumpla a rajatabla, Facua ha puesto en marcha una web para que los ciudadanos denuncien cualquier incumplimiento de esta nueva ley, con la que se prevé que dejen de fumar 3 millones de españoles en los primeros meses del año.
España se ha convertido en un país libre de humo en el que el tabaco no podrá aparecer ni siquiera en pantalla: se prohíbe a los medios de comunicación, incluido Internet, emitir imágenes de presentadores, colaboradores e invitados fumando o mencionar o mostrar directa o indirectamente marcas, logotipos o cualquier símbolo asociado al tabaco.