Es así en virtud de la Ley de Lenguas que apunta a la construcción de “un país pluricultural y bilingüe”. El guaraní es una lengua indígena hablado por más de seis millones de personas en el Paraguay y empleado cotidianamente por alrededor del 80% de la población total del país.
La promulgación de esta nueva ley pone fin a una demanda formalizada en 1992 de la mano de numerosos referentes culturales y políticos de ese país. Asimismo coincide con las celebraciones del bicentenario de la independencia paraguaya. La nueva ley fue definida por el gobierno de Paraguay de Fernando Lugo como “uno de los instrumentos de reivindicación cultural más significativos de las últimas décadas”.