La huida de Ben Ali, su mujer y un yerno a Arabia Saudí ha desatado no sólo la ira de la población que seguía pidiendo cambios sino también a las autoridades tunecinas, que han abierto una investigación contra los familiares del ex dictador de Túnez. En los últimos días 33 miembros de la familia de Ben Ali y su esposa, de los que no ha trascendido grado, han sido arrestados como sospechosos de cometer crímenes contra Túnez.
Por el momento han sido incautadas joyas, relojes y tarjetas de crédito y continúan las investigaciones sobre la adquisición ilegal de bienes, inversiones ilícitas en el extranjero y exportación ilegal de moneda. Las investigaciones se centran ahora en el círculo cercano a la mujer del ex presidente, que huyó a Arabia tras sacar 1,5 toneladas de oro del banco.
Mientras, en Túnez continúan las reorganizaciones del nuevo Gobierno, del que ya han dimitido los cuatro ministros que pertenecían al partido de Ben Ali tras exigírselo el presidente en funciones. El Consejo de Ministros del Gobierno de transición se reunirá hoy por primera vez para abordar medidas como la amnistía de los presos políticos o la separación de poderes.