Cuando la Policía Local llegaó a la calle Sagunto, los agentes se encontraron con dos hombres tumbados en medio de la calzada, impidiendo el tráfico. Los hombres eran dos amigos que se habían peleado pero que no querían denunciarse, a pesar de que uno de ellos tenía varios rasguños visibles.
Aunque el verdadero problema llegó cuando los agentes vieron tres coches aparcados encima de la acera y los multaron, uno de ellos de uno de los hombres que se estaban peleando antes. Al ver el estado en el que se encontraban, bajo la influencia de bebidas alcohólicas, los agentes no le dejaron coger el coche y le pidieron que llamara a alguien para que viniera a retirarlo.
A pesar de que en un principio vino su mujer a retirarlo, a los diez minutos el hombre, de 34 años, volvió andando al mismo lugar, en actitud desafiante y recriminando a los agentes haberles puesto la multa e insultándoles. Poco después vieron al coche circulando por Martínez Garrido con el hombre al volante. Tras negarse a hacer la prueba de alcoholemia fue detenido.