Ni siquiera eran los conductores de dos vehículos, sino el de un Ford y los pasajeros de un taxi. Todo ocurrió ayer por la noche cuando un matrimonio viajaba en un taxi por Pi y Margall y detrás un Fiesta rojo aceleraba repetidamente, se acercaba al taxi y emitía señales acústicas para que se apartara. Cuando se bajaron del taxis en el Calexón das Angustias fueron rebasados por el coche, que entró en el callejón y del que se bajaron tres personas.
Como la mujer del agredido recriminó la actuación de estas personas, una de ellas salió de un edificio cercano en el que se habían metido y le propinó varios golpes en la cara al marido, que perdió el equilibrio y cayó al suelo. El resultado fue una lesión grave en el codo. El matrimonio llamó a la policía local, que se encontraron con el hombre sentado en el suelo, con la cara ensangrentada y quejándose de fuertes dolores en el brazo.
Al rato otra patrulla encontraba al Ford Fiesta en la calle Coruña abierto. Cuando se acercó el conductor, de 34 años, reconoció su implicación en el incidente, por lo que fue detenido.