Uno de los cabecillas era de Pontevedra, igual que los otros dos gallegos detenidos, aunque en el momento del arresto estaba en Cádiz. Junto al otro mandamás, un vasco, habían creado un entramado perfectamente jerarquizado en el que cada uno de los miembros tenía un cometido dentro de la organización, que recibía la droga venida de Marruecos en playas de Algeciras y Cádiz en motos acuáticas y zodiacs. La droga se depositaba en almacenes de seguridad hasta su reparto por península e Islas Canarias en coches de doble fondo.
En total han sido 18 detenidos (14 españoles, 3 italianos y un marroquí) a los que se les imputan delitos de robo de domicilios e introducción y distribución en España de dinero falso procedente de Italia. La ‘Operación Pizzo’ se ha saldado además con la incautación de 1.400 kilos de hachís, 5 vehñiculos, 16.000 euros falsos, 20 teléfonos móviles y distinta documentación.