Ha sido una confesión en una entrevista de Deia.com tras participar en la entrega de premios del concurso de cine ‘Dame un minuto de agua’, donde fue finalista con su documental ‘Aral: el mar perdido’. Isabel Coixet, cree que más que prohibir con la Ley Sinde lo que habría es adaptarse a los cambios sociales que se están viviendo. “Quienes manejan las películas no han hecho bien las cosas. Si hubiese webs que ofrecieran películas, con mucha información, bien presentadas y a un precio razonable creo que la gente las compraría”, aseguró la directora catalana.
Sin embargo, impera la técnica de la avestruz: esconder la cabeza en el suelo y mantener mecanismos de venta “obsoletos”. Una polémica que da enfrentamientos “pueriles e infantiles” entre Academia y Gobierno que ha acabado con la dimisión de Álex de la Iglesia y el dedo apuntando a Icíar Bollaín como nueva cara al frente. “Tenía que estar hasta las narices. Me parece un milagro que haya aguantado tanto, porque un cineasta lo que tiene que hacer es rodar. Yo dejé la vicepresidencia a los tres meses porque me aburría muchísimo en las reuniones. Somos cineastas, no ministros sin paga, porque aquí no se cobra“, recalcó en la entrevista.
Mientras, los proveedores de Internet en el Reino Unido está pensando en seguir el ejemplo del operador Bahnof, que ha puesto a todos sus clientes en una red privada virtual o VPN para evitar las nuevas leyes europeas que luchan contra la piratería recabando la información de los usuarios.