Sólo les quedan unas horas para intentar llegar a un acuerdo sobre el convenio colectivo, aunque no hay ni un sólo indicio de que el día vaya a concluir con él. Aena y controladores siguen con las negociaciones que les han llevado a sentarse a la mesa de reuniones en los últimos 15 días y que si concluye sin ningún avance provocará la intermediación del Gobierno, que se sumará a la negociación durante el mes de febrero con el ex ministro de Trabajo Manuel Pimentel como árbitro, quien podría dictar laudo el 28 de febrero.
El colectivo, con 2.400 trabajadores, tiene que incluir en este nuevo convenio las nuevas condiciones impuestas en la Ley de Navegación Aérea, que acabó con una huelga encubierta el pasado mes de diciembre y con el Gobierno decretando el estado de alarma y militarizando el espacio aéreo. En total, unos 600.000 civiles afectados, de los que al menos 5.000 han denunciado a los controladores. En este convenio se recoge una reducción de salario, de horas extra y una nueva organización de trabajo en el que se tendrá en cuenta la privatización de algunas torres de control.
Las horas de trabajo, los turnos o la formación de los nuevos controladores son los principales escollos a los que se enfrentan ambos colectivos.