Con Oriente Próximo sublevado, la gente en la calle pidiendo libertad, el fin de dictaduras y cambios sociales evidentes, todo Occidente mira de reojo a Estados Unidos, que en los últimos días ha mostrado su apoyo al presidente egipcio, Hosni Mubarak, y no ha hecho una clara llamada al orden para poner fin a la revuelta. Pero no es al único ‘dictador amable’, como se conoce a este tipo de gobernantes, al que Obama apoya, a veces incluso con dinero contante y sonante de fondo.
Pasaba desapercibido, pero en los últimos 30 años Estados Unidos ha dado a Egipto más de 60.000 millones de dólares, algo que explica el sentimiento anti americano de los ciudadanos que estos días llenan la Plaza Tahir para pedir a Mubarak que se vaya después de tres décadas de dictadura. Pero no es la única dictadura a la que presta su apoyo USA: el periodista Justin Elliot, de Salon, ha hecho una recapitulación en la que entran países como Arabia Saudí, Jordania, Turkmenistán, Uzbekistán o Guinea Ecuatorial.
Estados Unidos proporciona ayuda militar directa a una Arabia Saudí rica en petróleo, con transportes aéreos y capital humano; mientras, la entidad Human Rights Watch elaboraba un informe en el que se recogía que el país se saltaba sistemáticamente los derechos humanos de 9 millones de mujeres o de 2 millones de ciudadanos chiítas, entre otras lindezas. Su vecina Jordania, con torturas y malos tratos en las comisarías y condenas por criticar al rey, sólo en 2010 recibió 300 millones de dólares en ayuda militar. Siguiendo el lema de cuando veas las barbas de tu vecino podar pon las tuyas a remojar, ha despedido al gobierno en pleno para intentar acallar la revuelta popular que había comenzado en el efecto contagio que arrancó en Túnez.
Turkmenistán tiene alguna de las mayores reservas de gas del mundo, así que ha recibido la visita de altos funcionarios estadounidenses y ayuda militar por valor de 2 millones de dólares, no en vano forma parte de un corredor alternativo fundamental para el suministro a Afganistán o Pakistán. Su actual presidente es Gurbanguly Berdymukhamedov, dentista del anterior dictador.