Un hombre de 44 años que se bajó del tren en la estación de Kaiserslautern, en Alemania, alertado porque vio salir humo de la misma, hizo sonar la alarma de incendios, pero no para pedir a los bomberos que acudiesen a sofocar las llamas, que no había, sino cuando se dio cuenta de que el tren se iba con una caja de cerveza que se había dejado en el convoy. El sujeto, al ver alejarse el vagón, no dudó en romper el cristal de emergencia logrando poner en alerta a los servicios de Emergencia. Cuando llegaron los Bomberos, les pidió que parasen el tren y que recuperasen sus botellas, por lo cual fue denunciado a la Policía. Cuando llegaron los agentes le realizaron una prueba de alcoholemia que dio un resultado de 1,95 mililitros de alcohol en sangre.