Algunos chusqueros aún se resisten a la profesionalización del Ejército y prefieren ser protagonistas de las ‘Historias de la puta mili’. Es el caso de un cabo de la Legión que ha sido condenado por el Tribunal Supremo por agredir un soldado que estaba de imaginaria y que se negó a traerle alcohol y a liarle un porro. El tribunal considera probado que el mencionado cabo pegó y le tiró un cigarrillo a la cara al soldado cuando esse te negó, primero, a ir a la tienda de un compañero a buscar varias botellas y, después a liarle un canuto a su superior.
La sentencia, al tiempo que desestima el recurso de casación interpuesto por la defensa del cabo chusquero, ratifica la condena impuesta por el Tribunal Militar Segundo por un delito de abuso de autoridad en la modalidad de maltrato de obra a un inferior.