Intentaba ser una purga ejemplar, pero salió bastante mal. El Departamento de Justicia y la Oficina de Seguridad Nacional del ICE cerró la semana pasada 84.000 webs acusadas de distribuir pornografía infantil, pero cometieron un gran error y clausuraron páginas que nada tenían que ver, la mayoría de ellos relacionados con empresas de DNS libre.
Las webs, cerradas por un supuesto delito de publicidad, distribución, transporte, recepción y posesión de pornografía infantil, delitos federales que conllevan sanciones de hasta 30 años de prisión y multas de 250.000 dólares.