Su hijo salió en la televisión pública avisando de que no iba a ceder y que correrían ríos de tinta si hiciera falta. Y así ha sido. Un ataque aéreo de aviones militares ha disparado contra los manifestantes que estaban en Trípoli, la capital Libia, protestando contra el régimen de Gadafi, causando al menos 250 muertos, según Al Yazira. Una información que sin embargo el diario electrónico Quryna desmentía recogiendo unas declaraciones de Seif Al Islam, hijo de Gadafi.
Militares a bordo de coches disparando a discreción y dos pilotos que se negaron a participar en la masacre a civiles exiliados a Malta son algunos de los datos que se barajan sobre la jornada en este país de Oriente Próximo, donde las últimas informaciones apuntaban a que Al Islam habría ordenado la retirada del Ejército de las calles para intentar calmar a la población.
Mientras, los rumores de huida de Muamar el Gadafi son cada vez más insistentes. El ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, William Hague, ha asegurado que el líder de Libia durante 40 años podría haber abandonado el país y dirigirse a Venezuela, algo que el Gobierno de Chávez ha negado categóricamente.