Un hombre herido con arma blanca fue el balance final de la disputa entre unos vecinos de un edificio de la calle Canario cerca de las 2 de la madrugada. Todo empezó cuando la mujer del agredido se acostó y empezó a escuchar gritos en el piso de arriba. Cansada por ser algo habitual bajó al telefonillo y timbró para pedirles que dejaran de hacer ruido. Fue entonces cuando el vecino del piso de arriba bajó con un cuchillo en la mano.
La mujer comenzó a gritar, por lo que su marido bajó con un palo para ver qué pasaba: al llegar se encontró a la mujer llorando y con el vecino que, al verlo llegar, le agredió con el cuchillo en la barbilla y comenzó un forcejeo que acabó con distintas lesiones en la mano. Según la versión del agredido, después el hombre, de 37 años, le quitó el palo y se fue a casa.
Sin embargo, la mujer del detenido aseguró que todo había ocurrido al revés, que ella y su marido estaban durmiendo cuando empezaron a escuchar cómo llamaban de forma insistente al portero automático y que como nadie les contestaba bajó al portal con el cuchillo para defenderse. Además, aseguró que sólo trató de defenderse del vecino que había bajado con un palo e intentado agredirlo.