Sino que se lo digan al ministro de Defensa alemán, Karl-Theodor zu Guttenberg, que ha tenido que presentar su dimisión tras descubrirse que su tesis doctoral sobre ‘Constitución y Tratado Constitucional: desarrollos constitucionales en EEUU y la UE’, aprobada cum laude por la Universidad de Bayretuh, era un plagio. Lo destapó una plataforma de internet que, tras comparar la tesis con la bibliografía mundial, puso de relieve que el 20% del contenido pertenecía a otros autores que no aparecen citados en el trabajo, lo que ha causado una revolución en el mundo académico.
A pesar de que Angela Merkel salió en su defensa, las peticiones de dimisión llegaron a las filas del propio partido del Gobierno, sobre todo después de que 20.000 aspirantes al doctorado de distintas universidades alemanas dirigieran una carta abierta a la canciller en la que consideran su apoyo como una falta de respeto a todos los colaboradores académicos y a todos los que en este momento están preparando el doctorado para “contribuir al progreso científico”.
Zu Guttenberg confesó que había sido un plagio sin intención, provocado por la pérdida del control en las fuentes, lo que le llevó a cometer grandes errores. Sin embargo, con gran dolor de corazón para Merkel y el propio afectado, como han asegurado, en unos días deberá abandonar su puesto.