Es un gran paso en la lucha contra el cáncer que abre la puerta a la fabricación de nuevos fármacos contra esta enfermedad. Un grupo de investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) han identificado una sustancia, llamada enoxacina, que inhibe el crecimiento del cáncer mediante su acción en la parte del ADN que no codifica proteínas.
El estudio, publicado en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Science’, demuestra que esta molécula, utilizada en compuestos antibacterianos, se une a la proteína que construye los microARN para estimular la actividad inhibidora del crecimiento del tumor. La eficacia de la enoxacina se ha demostrado tanto en células de laboratorio como en animales, por lo que ahora debe probarse en humanos, ha señalado el Idibell en un comunicado. La enoxacina actúa sobre el 95% del ‘ADN oscuro’, aquel que no codifica proteínas y cuya función es en gran parte desconocida.