La empresa norteamericana Oaktree Capital se encargará de auditar durante una semana todas las empresas de Nueva Rumasa para valorar si es factible firmar un acuerdo de rescate. Este acercamiento, sin ningún tipo de compromiso, es el primer paso para continuar con una negociación que podría sacar del pozo al holding de Ruiz-Mateos, en preconcurso de acreedores desde el pasado 17 de febrero. La idea es invertir unos 500 millones de euros.
En este momento, Nueva Rumasa ha suspendido pagos en 10 de sus mayores empresas (incluida la central de Clesa en Caldas de Reis) tras la presión de los acreedores, que van desde la Seguridad Social hasta los ganaderos o entidades financieras. La intención inicial de Ruiz-Mateos era negociar durante tres meses con los acreedores para evitar declararse insolvente y tener que derivar a sus trabajadores al Fondo de Garantía Salarial.
Mientras, la Fiscalía Anticorrupción ha pedido una prórroga de seis meses para poder seguir investigando las posibles irregularidades en la emisión de pagarés por el holding de la familia Ruiz-Mateos. Por el momento ya se han abierto medio centenar de procedimientos a distintas empresas por delito fiscal, aunque ahora se sigue la pista de un posible delito de estafa por la emisión de los pagarés o de insolvencia punible o alzamiento de bienes por una posible descapitalización de las sociedades.
