El dinero estaba guardado en bolsas de plástico en un armario. La mayoría eran billetes de 500 euros. Y eso ha llamado la atención de la Policía Nacional, por lo que el robo podría salirles muy caro a las monjas de esta comunidad cisterciense femenina de clausura de Zaragoza. El monasterio de Santa Lucía denunció el robo de 1,5 millones de euros en efectivo el pasado lunes, cuando alguien mientras ellas dormían forzó una de las puertas de acceso a uno de los edificios del convento y revolvió todo.
Algo que sería un robo como otro cualquiera sino fuera porque es el mayor robo perpetrado en Aragón, con el mayor botín, y podría meter en un lío a las propietarias, ya que el juez está investigando el origen del dinero, probablemente vinculado a las actividades que desarrollan dentro del convento, como encuadernación o restauración de libros y pergaminos. Además, en él vive Isabel Guerra, la conocida como monja pintora, que ha llegado a alcanzar hasta 48.000 euros por la venta de uno solo de sus cuadros.
Aún queda por determinar si el robo fue cometido a propósito o si algún ladrón común entró a robar y se encontró por sorpresa con semejante botín.