Buscando la solución desesperadamente. Ese podría ser el resumen , en una frase, de la reunión que este jueves por la mañana han concertado los directivos de AENA y los representantes sindicales de CC.OO., UGT y USO. El objetivo es evitar como sea la huelga de 22 días durante Semana Santa y verano, convocada por estas centrales sindicales. Sólo el anuncio de la misma, según los touroperadores y asociaciones de hosteleros, han motivado la cancelación del 10% de las reservas que tenían, una circunstancia que supone unas pérdidas que se acercan a los 20 millones de euros. Estas podría acabar con la recuperación del turismo si se confirma el paro, causando un colapso sin parangón en el sector que depende de que los 44 millones de visitantes que aterrizan en España (de los más de 52 millones que recibimos anualmente) lo hagan el día y a la hora que contrataron.
El ministro de Fomento se ha cansado de repetir que los temores de los sindicatos son infundados y que el empleo y los derechos de los trabajadores están garantizados ya que con el nuevo modelo de de AENA, la empresa seguirá siendo pública. José Blanco se ha mostrado seguro de que el conflicto se arreglará y ha intentado transmitir calma subrayando que “con determinación y con diálogo se logrará un acuerdo”.
Pero la realidad es que CCOO, UGT y USO no lo ven claro y quieren seguir siendo empleados públicos ” exigimos que se garanticen los derechos colectivos de los trabajadores para que dentro de 6 meses no tengamos que vernos algunos en la calle”, aseguraron al tiempo que han advertido que la huelga no se desconvocará si no salen de la reunión con una “garantía escrita” de que se van a garantizar esos derechos. Para sacarse de encima la presión por la impopularidad de esta acción han querido dejar claro que no están pidiendo un solo euro de aumento de sueldo, sino que se respeten sus condiciones laborales actuales.
